El conocimiento es uno de los bienes más valiosos que hay en la actualidad. Todos tenemos un bagaje de aprendizajes, saberes, experiencias e informaciones que, una vez procesados, se pueden convertir en conocimiento.
Nunca las personas hemos tenido tantas posibilidades para aprender de forma gratuita, a pesar de que no todos disponen del mismo grado de accesibilidad. Bibliotecas físicas con libros de préstamo gratuitos, espacios virtuales que acumulan libros gratis de forma legal, redes y canales que agradecen que podamos beneficiarnos de las informaciones que nos brindan, conocimiento compartido por todos nosotros de forma presencial y personal o vía Internet, múltiples espacios con flujos informativos continuos.
«La supervivencia ante tanta información es una asignatura pendiente que se ha de aprobar y poner en práctica cada día.»
Podríamos decir que una gran mayoría de la población, si no aprende más es porque no quiere, o porque nadie le ha demostrado el valor del saber, o no ha tenido la posibilidad de ir a la escuela, o quizá la ha abandonado pronto por motivos tan básicos como la necesidad de trabajar para subsistir. En todo caso, nunca es tarde para aprender. Como plasmamos en estas páginas hace tiempo, en un mundo conectado hay que aprender a lo largo de toda la vida, transformar la información en conocimiento.
Hay expertos que interpretan la Gestión del Conocimiento como un desafío para las instituciones educativas de Colombia. Inciden en la importancia del capital intelectual como resultado de tres componentes: el capital humano (los saberes y prácticas de las personas), el capital estructural (la herencia de las personas en las organizaciones) y el capital relacional (el contacto permanente con el entorno).
Selección
Los centros educativos, las instituciones, las comunidades, las agrupaciones de todo tipo se mueven en entornos de conocimiento compartido y de estructuras sujetas a algún tipo de normas. Cada día estamos en contacto con bastantes personas de forma física o virtual, acumulamos saberes y experiencias pero, tanto a nivel personal como organizacional, hemos de saber gestionar ese conocimiento que no para de acumularse.
Desde las instituciones educativas se han de ir dando pautas para aprender a ser un Curador de Contenidos (traducción literal del término inglés Content Curation), cuyo objetivo son las cuatro “eses” en inglés, propias del término: Search (buscar), Selection (seleccionar), Sensemaking (dar sentido, personalizar) y Share (compartir).
Alumnado, profesorado y público en general han de saber buscar y seleccionar aquellos contenidos que destaquen por su calidad y adecuación a las necesidades e intereses personales. Hay múltiples herramientas que ayudan pero la base está en el bagaje cultural personal, indispensable para entender e interiorizar, antes de discriminar el saber. Por eso es tan importante tener una base sólida de conocimientos, que se consiguen dentro y fuera de los centros educativos.
Gestión
Si se repasaran los mensajes enviados a las redes sociales, las fotos, los vídeos, los enlaces, se llegaría a la conclusión de que cada día generamos muchos conocimientos e informaciones que compartimos y que aportamos a los dueños de esas redes, los cuales nos las dejan usar gratis a cambio del ingente valor de los datos que les regalamos. He ahí el gran negocio de hoy día. El big data lo conformamos cada uno de nosotros, a coste cero. Gestionar significa discriminar qué se sube y qué no, qué se consulta, qué consecuencias tendrá y qué rastrearán los algoritmos de los dueños de los navegadores y plataformas tecnológicas.
Hay centros educativos que enseñan sobre gestión del conocimiento, un término muy en boga en el sector empresarial y en las organizaciones. Hace unos días el director de la red de los colegios Fontán de Colombia declaraba al diario EL PAÍS de Madrid: “Tenemos uno de los colegios más innovadores del mundo sin horarios”. En la web del centro se menciona la Gestión del Conocimiento como uno de sus indicadores.
Después de analizar, investigar y reflexionar durante bastante tiempo en una institución educativa pública española que lleva más de 22 años usando las TIC, se llegó a categorizar y adaptar la gestión del conocimiento a este centro educativo, con el paso de la teoría a la práctica en el trabajo profesional del aula. Un proceso que pasa por descubrir, aprender, crear, hacer, difundir, compartir y reflexionar.
Categorías
Sirvan las siguientes categorías para adaptarlas a otros campos, incluido el personal, o para agruparlas de otro modo:
1. Gestión tecnológica: basada en la formación y en la autoformación con las TIC, centrada en el descubrimiento y uso de aquellas herramientas y recursos mejores para el funcionamiento y aprendizaje de la organización y de cada persona. Se necesita una selección de herramientas para la mejora de la enseñanza y para favorecer el aprender a aprender. Ante las dificultades de este campo, una frase estimulante: “Un problema es una oportunidad para aprender”. Y, antes de preguntar, un consejo si se dispone de un computador o un celular cerca: “Aprenda a solucionar sus problemas”. Consulte a la red. Siempre hay gente dispuesta a ayudar. Y si la wifi o cualquier aparato no funciona: “Por favor, hablen entre ustedes”.
2. Gestión pedagógica: ¿se necesitan los libros de texto o manuales en papel con Internet? Una reflexión válida para otros materiales: apuntes, diccionarios, enciclopedias, lecturas diversas. Y, por favor, nuestro máximo respeto a los amantes del papel. Lo importante es leer, sea en el soporte que sea. Se apuntan más cuestiones sobre cómo estudiar o evaluar con el acceso a Internet, qué aprender, qué memorizar, dónde consultar. O decidir qué competencias son básicas para la vida.
3. Gestión comunicativa: hoy prevalece la velocidad de la información, la difusión por redes multicanal, el uso del marketing para darse a conocer (“Aquello que hagas, hazlo saber”), la imagen de marca, la transparencia, la participación. En las organizaciones prevalecen también, por un lado la comunicación interna y la externa y, por otro, la gestión y la organización de la información con las herramientas tecnológicas. Pero la ética y la honestidad deben estar por encima de todo.
4. Gestión organizativa: basada en todo aquello que consolida la organización, la enriquece con el conocimiento que le aportan las personas que forman parte, su estructura de funcionamiento y de gestión, los indicadores. Importa la construcción de una cultura organizacional, el capital humano (familias, alumnado, profesorado), el conocimiento adquirido por la escuela a lo largo de los años , basado en las personas que han pasado por allí y han dejado sus conocimientos en la organización
No cabe duda de que las TIC producen grandes transformaciones en la Gestión del Conocimiento y en los procesos de enseñanza y aprendizaje, con una importante transformación de la escuela que las use. En Colombia abundan ejemplos y estudios que demuestran unos avances que cada vez contagian a otros centros. También hay publicaciones en universidades colombianas que ofrecen otras propuestas para analizar y acercarse a la Gestión del Conocimiento en las instituciones educativas.
El enorme valor del conocimiento exige su correcta gestión. La supervivencia ante tanta información es una asignatura pendiente que se ha de aprobar y poner en práctica cada día. De lo contrario, la saturación puede conducir a otras formas de ignorancia.
Autor:
Evaristo González Prieto