La verdad es que no todas las ideas, ni siquiera todas las invenciones se traducen en innovación, pues una cosa es concebir un chispazo y otra cosa muy distinta es hacerlo realidad. Así mismo, hacer uso de herramientas creativas puede traer respuestas diferentes e inesperadas pero que no necesariamente son adoptadas o producen un cambio, por lo que les queda faltando el centavo para el peso para poder ser consideradas como innovación.Estamos en una era de obsesión por la innovación en la que muchos quieren innovar, pero pocos saben cómo hacerlo. Se observa entonces una curiosidad generalizada por el proceso, por los papelitos adhesivos de colores, por las salas creativas y los entornos que emulan ambientes como los de Google, Facebook y otras compañías que prometen tener ambientes divertidos y diversos. Pero, ¿es la innovación para todos? O aún mejor, ¿son los procesos de pensamiento creativo una herramienta que cura todo?

Aun así, la necesidad es inminente, pues antes, no hacer nada diferente a lo tradicional podía mantener una empresa viva por mucho tiempo y buscar la mejora continua era generalmente la respuesta a todos los problemas. Sin embargo, hoy el panorama ha cambiado: hacer mejora continua es simplemente parte de la norma para sobrevivir, pero innovar se convierte en el gran reto para diferenciarse. Pero, ¿qué se debe tener entonces en cuenta para iniciar un proceso de innovación exitoso?

Lo primero es que debemos buscar retos que se encuentren alineados con la estrategia de la organización, pues de nada servirá tener por un lado a la estrategia y por otro halar hacia la innovación. Esta última se debe convertir en un medio para alcanzar los objetivos futuros de la empresa y por tanto, los ejercicios de planeación estratégica deben dar cabida al pensamiento disruptivo y la búsqueda de diferentes escenarios. Pues cuando la planeación se traduce simplemente en actualizar una hoja de Excel basado en los comportamientos del año y el índice de inflación, el lugar para la innovación queda reducido y como consecuencia se seguirá haciendo lo mismo de siempre. Además, si las oportunidades de innovación no representan una prioridad o interés para la empresa, es muy probable que éstas nunca vean la luz del día por falta de recursos, de constancia o simplemente por no responder a una necesidad puntual.

Así mismo, es recomendable que una vez se comience a trabajar en el desarrollo de la iniciativa, se involucren en los proyectos a personas que bien, o puedan tomar decisiones, o que estén en capacidad de influir sobre el proceso. Esto se debe a que es mejor involucrar a los tomadores de decisiones que sorprenderlos, pues esto aumenta en una gran medida la probabilidad de que las ideas sean aceptadas y que se cuente con el apoyo para su desarrollo.

Finalmente, tenga claro cuando usar o no procesos creativos para concebir iniciativas de innovación; si la exploración de la iniciativa requiere de imaginación, nuevas ideas, o un nuevo enfoque, el uso de herramientas creativas puede apalancar positivamente el proceso. Si por el contrario, usted identifica una oportunidad para la cual la solución ya está dada, pensar en espacios creativos puede no aportar mucho valor, así que simplemente enfóquese en hacer lo que tiene que hacer.

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Actualizada: 9 de mayo de 2023 2:47 PM • Artículos